El cambio de paradigma que ha supuesto el Covid-19 no ha tenido precedentes. Las limitaciones que ofrecía esta nueva realidad han supuesto una transformación en la forma de relacionarnos, de trabajar, de comprar… Y las empresas también tuvieron que adaptarse a ello. Por supuesto, el protagonista y factor clave que lideró estos cambios fue la tecnología.
De repente, vimos el repunte y la mejora de softwares y aplicaciones que estaban potencialmente olvidadas: las grandes protagonistas, en primera instancia, fueron las empresas dedicadas a comunicación. Y por otro, se incorporaron nuevos actores que rompieron el paradigma convencional: el caso de éxito que más dio (y está dando) que hablar es el del metaverso.
El metaverso nació como un mix entre realidad aumentada, realidad virtual y realidad mixta. Capaz de ofrecer productos o servicios a través de experiencias digitales inmersivas. Con el objetivo de generar efecto retina, es decir, sorprender al usuario y ligarlo más a la marca sin siquiera manejar el producto o servicio físicamente.
De la noche a la mañana, las empresas tuvieron que reinventarse porque la presencialidad ya no era factible en esta nueva situación y tampoco se sabía cuándo volvería la normalidad. De modo, que el metaverso se convirtió en una realidad que rompía barreras de accesibilidad y permitía probar productos y servicios de forma virtual, sin necesidad de moverse de casa.
Ejemplos dónde se sitúa como protagonista el Metaverso
De ahí empezaron a surgir nuevas propuestas que se hacían realidad a través del metaverso. Y hasta el día de hoy. Algunas de las funciones que desempeña son:
- Ver cómo quedaría aparcado el coche, que te gustaría comprar, en tu plaza de parking.
- Echar un vistazo al interior de la casa de tus sueños desde cualquier vista (360 grados).
- Asistir a un evento virtual con presentaciones en directo.
- Ver el catálogo de soluciones de una industria a modo de feria virtual.
- Comprobar cómo te quedaría una prenda de ropa sin probártela.
La pandemia ha actuado como acelerador en el desarrollo del metaverso. Sin duda, las posibilidades que hemos visto de esta tecnología hasta ahora son tan solo la punta del iceberg. Seguiremos muy de cerca su incorporación a procesos empresariales. Pero mientras, déjanos escrito en comentarios algún caso que te haya sorprendido especialmente.